Por fin hemos podido disfrutar de el estreno más esperado del año, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Parte I). El cine con pantalla de tamaño descomunal estaba repleto de gente joven impaciente por que empezará. Atrás, un universitario que había faltado a clase de lunes a miércoles para poder leerse por segunda vez el libreo de J.K. Rowling; a mi derecha una adolescente que se sabía todas las escenas originales del libro al pie de la letra; nosotros impacientes por ver una película que ha superado con creces nuestras expectativas. Demos paso a nuestra crítica.
Sabemos bien todos que las adaptaciones de novelas a la gran pantalla son peligrosas. El séptimo libro de Harry Potter parte con una ventaja al resto de novelas: será emitida en dos partes. Ese detalle ha hecho posible que todo sucede tal cual está contado en el libro, sin quedar en el olvido que los fans pudiésemos echar en falta. Otro problema suele ser adaptarlas a todos los públicos y para ello meter excesivas escenas de amor o de acción. Escenas de amor si que ha habido, pero creemos que las juntas y necesarias, exceptuando en momento de baile entre Harry y Hermione en la ausencia de Ron. Y no porque esté fuera de lugar, sino porque ver a Daniel Radcliffe mover el esqueleto no es del gusto de nadie. Entra la risa… tal cual!
Escenas de acción por supuesto que ha habido, y casi todas a favor. Han sido especialmente buenas las escenas en que la serpiente Nagini ataca (casi se sale de pantalla) o en la que los miembros de la Orden del Fenix trasladan a Harry Potter a la Madriguera. Entre las de acción, la única que no ha sido de nuestro agrado ha sido la escena en la que huyen por el bosque de los carroñeros. Me he mareado y me he quedado bizco, sin saber a donde mirar.
La película empieza con la llegada del nuevo ministro que más tarde será asesinado. Por otro lado, se encuentran Voldemort y los Mortífagos en una reunión donde Voldemort deja bien claro que necesita la varita de saúco para poder vencer a El Elegido, además de matar a una profesora de Hogwarts por haber escrito en una tesis que los muggles y magos no son tan diferentes. (Si quieres seguir leyendo esta interesante review y crítica, hazlo tras el salto).